Gracias a un trabajo interinstitucional y la acción oportuna de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada – Acess, en conjunto con el Ministerio de Salud Pública, Policía Nacional, Dinapen, Gobernación del Guayas y el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, se clausuró un establecimiento clandestino para tratamiento de adicciones ubicado en la cooperativa Unión de Bananeros, en el sur de Guayaquil.

En el lugar se pudieron conocer historias desgarradoras como la que atraviesa ‘Génesis’ (nombre protegido), dependiente de la heroína, portadora de una enfermedad venérea, embarazada de 5 meses y alejada de su primer hijo de 3 años, esta es a breves rasgos la descripción de una de las pacientes, quien permanecía allí aislada, en hacinamiento y sin un adecuado tratamiento médico para las adicciones a las drogas.

‘Génesis’ se suma a las 22 internas que permanecían ilegalmente en una vivienda improvisada como establecimiento, en donde ofertaban tratamiento para adicciones y trastornos de conducta; sin embargo, el sitio no contaba con ningún profesional de la salud durante la intervención de las autoridades, ni presentaron documentos de contratación de médicos o psicólogos, además no se evidenció un reglamento interno, ni programa terapéutico.

Entre las pacientes había 3 menores de edad, una de ellas embarazada y otras 3 adultas también embarazadas, quienes indicaron que no habían tenido ningún tipo de control, pese a llegar, algunas, al séptimo mes de gestación y haber consumido sustancias estupefacientes durante ese periodo, mientras presentaban también cuadros de anemia, según sus declaraciones.

En otra habitación, alejada de la estructura principal, a la que se ingresaba por el patio trasero de la casa, se encontraba otra paciente, quien habría sufrido una parálisis antes de ingresar al sitio. Caminaba con dificultad, no contaba con medicina ni terapia apropiada para su condición médica, por lo que fue atendida por profesionales del Ministerio de Salud Pública.

Más tarde, las mismas entidades acudieron a otro centro que funcionaba sin permiso y en la clandestinidad, en el sector del Batallón del Suburbio. Se trataba de una casa rentera, de propiedad del director del establecimiento, quien no contaba con el apoyo de profesionales de la salud.

En este segundo lugar se mantenía en hacinamiento y completa insalubridad a 24 internos, entre ellos un menor de 16 años, quien fue rescatado por la Dinapen y entregado a sus padres tras informarles de las condiciones en las que se encontraba.

La casa de tres pisos, contaba con 3 habitaciones para los internos con colchones apilados y antihigiénicos, de donde fueron rescatados tras ser hallados encerrados con rejas aseguradas con candados. También se hallaron unas esposas de tipo policial, con las que indicaron los pacientes haber sido sometidos a castigos por mala conducta.

La directora zonal 8 de la Acess, abogada Khristie Vera, indicó que las denuncias ciudadanas registradas a través del correo electrónico: denuncias@acess.gob.ec, permitieron la detección y clausura de estos centros clandestinos, cuyos representantes deberán responder a un procedimiento administrativo de la Acess por las irregularidades observadas.

Entretanto, la comisaría provincial de la Acess, de acuerdo al artículo 277 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), pondrá en conocimiento de las autoridades competentes el posible cometimiento de infracciones penales para su investigación.

El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, también emitió sellos de clausuras en ambos establecimientos al convertirse en un riesgo para el origen incendios que ya han cobrado la vida de pacientes con adicciones en otros sitios, también clandestinos.

En lo que va del año 2023, la Acess ha clausurado 15 centros que funcionaban ilegalmente en la zona 8, que corresponde a los cantones de Guayaquil, Samborondón y Durán.